jueves, 19 de marzo de 2009

Geneología de los dioses griegos



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La Diversión En Roma

La diversión con mayúsculas del mundo romano es el circo o los juegos circenses. En el circo encontramos deporte, pasión e incluso ideas religiosas o políticas por lo que algunos especialistas lo consideran como algo más que espectáculo. La tradición hace referencia a los reyes etruscos como los creadores de los juegos en Roma, ya en el lugar donde posteriormente se instalaría el Circo Máximo. Estas ceremonias posiblemente tuvieran un origen funerario, con el fin de conjurar los poderes de ultratumba.
Los emperadores recreaban al pueblo con grandes y repetidas fiestas. En Roma había ciento sesenta y cinco días de fiesta al año, algunas, la inauguración del Coliseo verbigracia, duraron cien días seguidos. Dichas fiestas eran espectáculos que se celebraban en el el teatro, en el circo y en el anfiteatro. Empezaban por la mañana y se terminaban a la puesta del sol. Cuando asistía el emperador se repartían sorpresa, golosinas y vino.
TEATROS: En los teatros, el mayor de los cuales era el de Pompeyo, se representaban comedias, tragedias, farsas y pantomimas. Las comedias eran las obras dramáticas que Plauto y Terencio traducían o imitaban del griego, y que tanto gustaron a los romanos hasta el siglo IV. Las tragedias eran menos apreciadas por aquel pueblo, poco refinado; a la postre eran funciones en que el asunto importaba menos que el aparato escénico lo propio sucede con las óperas modernas y las comedias de magia. Pero los espectadores preferían las farsas y las pantomimas. Las farsas o atelanas, asi llamadas porque, según Diomedes, ese género dramático se creó en Atela, ciudad de Campania, eran piezas en un acto, muy jocosas, parecidas al entremés o al sainete. La pantomima era una pieza dramática en que el actor, mimo o pantomimo, en vez de hablar, explicaba lo que sentía por medio de gestos. La perfección a que llegaron, en este género, los actores griegos, parece que no la han alcanzado nuestros contemporáneos. El teatro romano era, pues, un espectáculo que recreaba la vista, mas que el espíritu.
CIRCO ROMANO: En el circo se daban carreras de carros y de caballos. circo Máximo, así llamado por su magnitud y porque e él se celebraban los juegos consagrados a lo dios magnos, tenía cabida para 300,000 espectadores.
La planta tenía la forma de un paralelogramo alargado, cerrado por un lado en semicírculo, ahí se abría la puerta triunfal, y en el lado opuesto, por una línea convexa, ahí estaban las cocheras. Las gradas ocupaban tres lados, y la arena o pista estaba dividida longitudinalmente, aunque no por completo, por un muro de poca altura, llamado espina (espina dorsal de la pista) en cuyos extremos se alzaban sendos hitos cónicos, bastante altos y dorados, que eran las metas. La pista tenía casi un kilómetro de extensión y era preciso darle la vuelta siete veces en cada carrera.
Cada día habla veinticuatro carreras, comprendiendo cada una cuatro carros tirados por dos caballos (biga) o por cuatro (cuadriga). Los cocheros circenses o aurigas lucían túnicas muy cortas ceñidas al cuerpo con correas para evitar que flotaran con la velocidad de la carrera. Los aurigas se distinguían por el color de la túnica, segun: la cuadra, orden o bando a que pertenecían verde alusivo a la primavera; rojo al verano; azul, al otoño y blanco, al invierno. Esos cocheros a más de ganaban mucho dinero, eran muy populares. Sus partidarios no sólo apostaban contra el competidor en la carrera, sino que también, ello era frecuente, reñían y armaban verdaderos motines en el circo. El oficio de auriga tenía sus peligros; los carros al dar la vuelta de la espina, uno muy estrecho, en que estaban las metas, volcaban con suma facilidad.
Los emperadores dieron gran solemnidad a las carreras. Ellos hicieron que los juegos comenzaran con una procesión que dirigía el magistrado que presidía los juegos, y que a partir de Calígula, dirigió el emperador; procesión en la que figuraban los magistrados, los clientes, la flor y nata de la juventud romana, los aurigas, los luchadores, cerrando la comitiva, los sacerdotes y las corporaciones religiosas, las cuales acompañaban las imágenes de los dioses, con sus símbolos y atributos.
Los anfiteatros (el más notable fué el Coliseo o anfiteatro Flavio) eran circos cuya pista, más oval, no tenía espina. En ellos se celebraban varios espectáculos, especialmente los combates de gladiadores. Se atribuye el origen de estos combates a los sacrificios humanos que hacían los etruscos en los funerales de los grandes personajes para aplacar los manes de éstos. La moda influyó para que se reemplazaran con luchas entre dos esclavos. Bajo el imperio, esos juegos se reglamentaron y se llegaron a dar combates en que quinientas parejas de gladiadores venían a las manos. Los gladiadores eran condenados a muerte, esclavos, cautivos de guerra y a veces también hombres libres ansiosos de celebridad. Se les ejercitaba en ludus gladiatorius. El que fundaba una escuela de este género obtenía magníficas ganancias.
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Los gladiadores combatían a pie, a caballo y en carros se les hacia luchar en parejas o en grupos. Generalmente habían de enfrentarse hombres que tuvieran armas diferentes. Entre los gladiadores se distinguían los samnitas, que se presentaban casi desnudos, y llevaban un gran escudo cuadrado y un sable corvo; los mirmillones, armados como los legionarios; los hoplitas, cubiertos de hierro como los caballeros de la Edad Media; los tracios, cubierta la cabeza con casco de anchas alas; los reciarios, armados solamente con una red de pescar y un tridente. Toda esa gente iba, antes de comenzar los juegos, a colocarse en fila delante de la tribuna del emperador para gritar «Ave, César Imperator, morituri te salutant» (Salve, César emperador; los que van a morir te saludan).
Los esclavos sacaban los cadáveres de la pista prendiéndolos con ganchos y tirando de ellos; un hombre vestido de Mercurio comprobaba la muerte de aquellos infelices, tocándolos con un hierro candente; a los heridos que no podían curar se les daba la muerte. Esos juegos sangrientos, que con sólo imaginarlos nos horripilamos, eran deliciosos para el pueblo romano.
Había días en que la pista se convertía en lago, y entonces se daban batallas navales; había otros en que, los gladiadores llamados bestiarios, luchaban con animales feroces. Por último, a aquellos anfiteatros se llevaba a los condenados a muerte, para que fueran devorados por tigres y leones, suplicio que cupo frecuentemente a los mártires cristianos.

jueves, 12 de marzo de 2009

ZEUS

El más grande de los dioses del panteón helénico. Soberano de hombres y dioses, reina en las alturas luminosas del cielo, el Olimpo, la región étera donde moraban los dioses
Atributos:
Se le representa con un rayo, un cetro y/o un águila, o en alguna de las metamorfosis en que se transformó.
Culto:
Dios de la luz, del cielo sereno y del rayo, aunque no se identifica con el Sol, del mismo modo que Posidón no se identifica con el Mar ni Apolo con el Sol. En el pensamiento helénico, los dioses han perdido el valor cósmico que pudieron tener en otro momento de su evolución, y es asimilado como el símbolo del Dios único que encarna el Cosmos. En Roma, Zeus fue identificado con Júpiter, como el dios del cielo luminoso y dios protector de la ciudad, en su templo del Capitolio
Leyenda:
preside no sólo las manifestaciones celestes (provoca la lluvia y lanza el rayo y el relámpago), sino que, fundamentalmente, mantiene el orden y la justicia en el mundo. También es el encargado de purificar a los homicidas de la mancha de la sangre, vela por el mantenimiento de los juramentos y por el respeto de los deberes con los huéspedes; es garante del poder real y, en general ,de la jerarquía social, tanto en lo que se refiere a los hombres como en el seno de la sociedad de los dioses. El propio Zeus se halla sometido a los Hados, de los que es intérprete y a los cuales defiende contra las fantasías de los demás dioses. Consciente de su responsabilidad por las razones que hemos citado, es el único Dios que no se deja dominar por sus caprichos -a excepción de los amorosos-. Es el dispensador de bienes y males. Cabe decir que esta concepción de Zeus como potencia universal se ha desarrollado con los poemas homéricos y se ha asimilado, en los filósofos helenísticos, con la concepción de una Providencia única: Zeus, como el símbolo del Dios único que encarna el Cosmos. Nos hallamos, pues, en los límites de la mitología que se difuminan para pertenecer a la Teología y la historia de la Filosofía.Zeus pertenece a la segunda generación divina, hijo del titán Crono y de Rea. Crono, que había sido advertido que uno de sus hijos lo destronaría, trataba de impedir la realización de esta amenaza devorando a sus hijos a medida que Rea iba pariendo. Sin embArgo, al sexto, Rea dio de luz de noche y en secreto, y por la mañana llevó a Crono una piedra envuelta en pañales. Crono la devoró creyendo que era un niño. Zeus se salvó. Nació en Creta, o bien en Arcadia, según difieren las tradiciones. Su nodriza fue la ninfa -o la cabra- Amaltea, que le dio su leche. Se contaba que al morir esta cabra, Zeus cogió su piel como armadura (la égida). El niño también fue alimentado por la miel de las abejas del Ida, que la destilaron expresamente para él.Cuando Zeus llegó a la edad adulta, quiso hacerse con el poder que detentaba Crono, y pidió consejo a Metis (la Prudencia); ésta le dio una droga gracias a la cual Crono vomitó los niños que había devorado y, con el apoyo de sus hermanos, Zeus atacó a Crono y a los titanes. La lucha duró diez años. Al final vencieron Zeus y los Olímpicos -los titanes fueron arrojados del cielo-. Los cíclopes dieron a Zeus el trueno y el rayo como recompensa por haberlos liberado del Tártaro, que estaban recluídos por orden de Crono. Una vez victoriosos, los dioses se repartieron el poder, echándolo a suertes: Zeus obtuvo el cielo, además de la preeminencia sobre el universo; Posidón, el mar y Hades, el mundo subterráneo. Sin embargo, La Tierra estaba irritada al ver que sus hijos, los titanes, estaban encerrados en el Tártaro. Por eso, los Olímpicos tuvieron que luchar contra los gigantes, excitados contra ellos por la Tierra -la Gigantomaquia-. Finalmente, Zeus tuvo que acabar con Tifón, y fue el más duro de los combates.Es larga la lista de uniones amorosas que tuvo Zeus. Cronológicamente, su primera esposa fue Metis que, para escapar a las asechanzas del dios, adoptó diferentes formas, aunque todo resultó vano. Rendida, concibió una hija, pero Gea predijo a Zeus que si Metis daba a luz una hija, ella engendraría luego un hijo que destronaría a su padre. Por eso Zeus se tragó a Metis y, cuando llegó la hora del parto, Prometeo -o Hefesto, según difieren las versiones- partió el cráneo a Zeus de un hachazo y salió la diosa Atenea, completamente armada.Zeus se casó más tarde con Temis, una de las Titánides, y tuvo con ella varias hijas: las Estaciones (las Horas), y luego las Moiras, que son los agentes del Destino. También se unió con Dione, una de las titánides, y con ella engendró a Afrodita; De Eurínome, hija de Océano, engendró las Gracias, espíritus de la vegetación (Áglae, Eufrósine y Talía); de Mnemósine, otra titánide, que simboliza la Memoria, tuvo las Musas; finalmente con Leto engendró a Apolo y Ártemis. Del enlace sagrado con Hera, su propia hermana, y considerada como su esposa por excelencia, nacieron Hebe, Ilitía y Ares. Con Deméter, otra hermana, tuvo una hija, Perséfone.Éstas son las uniones de Zeus con diosas, pero sus uniones pasajeras con mortales son innumerables: los Heráclidas descienden de la unión de Zeus y Alcmena; Aquiles y Áyax descienden de Zeus por la ninfa Egina, mientras que el antepasado de Agamenón y Menelao, Tántalo, pasaba por ser hijo de Zeus y de Pluto. Los cretenses se decían descendientes de Europa y de los tres hijos que había tenido de Zeus: Minos, Sarpedón y Radamantis; etcétera. Aunque los mitógrafos, sobre todo desde la época cristiana, justifiquen estas uniones como actos de libertinaje, los poetas y mitógrafos anteriores se esfuerzan por reconocer las razones profundas que llevaron al dios a dar hijos a las mortales: el nacimiento de Helena se explica con el fin de disminuir la población excesiva de Grecia y Asia provocando la Guerra de Troya; el nacimiento de Heracles tuvo por objeto suscitar un héroe capaz de librar a la tierra de monstruos maléficos... De hecho, muchas de esas uniones se habían desarrollado bajo formas animales u otras varias: con Europa, bajo la forma de un toro; con Leda, bajo la de un cisne; con Dánae, bajo la de una lluvia de oro...Estas aventuras han expuesto con frecuencia a Zeus a la cólera de Hera. Según los antiguos, las metamorfosis del dios se explicaban como el deseo de oculatarse de su esposa, aunque se trate de una afabulación tardía a las leyendas de metamorfosis. Asimismo, las amantes de Zeus han adoptado con frecuencia formas animales: Io, en vaca; Calisto, osa;...Zeus interviene en un gran número de leyendas: la Ilíada cuenta una conjura tramada contra él por Hera, Atenea y Posidón, que tenía por objetivo encadenarlo; en otra ocasión arroja Hefesto al vacío y lo deja cojo para siempre, como castigo por haberse puesto al lado de Hera; restableció el orden en el mundo después del robo de Prometeo, clavando a éste en el Cáucaso;... Ante la maldad de los humanos, decide enviarles el gran diluvio, del que la raza humana no conseguirá salvarse sino gracias a Deucalión.También vemos intervenir Zeus en las querellas que surgen por doquier: entre Apolo y Heracles sobre el trípode de Delfos; entre Atenea y Posidón, que se disputaban el Ática;... Castiga también a cierto número de criminales y sacrílegos; lo vemos intervenir en los trabajos de Heracles, dándole armas contra sus enemigos o retirándolo de sus manos cuando cae herido. También se cuenta que Zeus pasó por raptar al joven Ganimedes, en Tróade, y haberlo convertido en su copero particular.

jueves, 5 de marzo de 2009

Los Dioses Del Olimpo

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Expresiones latinas incorporadas al lenguaje habitual

CUM LAUDE: con alabanza
IN EXTREMIS: en el último instante
IN ALBIS: en blanco
SUI GENERIS: de su género, es decir, especial
AD PEDEM LITTERAE: al pie de la letra
SINE DIE: sin fecha fija
PER CAPITA: por cabeza, por persona
MOTU PROPRIO: por propia iniciativa, espontáneamente, voluntariamente
GROSSO MODO: a grandes rasgos
STATU QUO: en el estado actual
LAPSUS: error
IN SITU: en el lugar
VERBI GRATIA: por ejemplo
SENSU LATO: en sentido amplio
SENSU STRICTO: en sentido restringido

¿Para qué sirve el latín?

Pretendo continuar ahora el post que publiqué, hace bastante tiempo, sobre el tema "Para qué sirve el latín (...o cómo decir en latín te quiero)". Comentaba allí que el latín, a pesar de que se conoce y estudia cada vez menos, goza paradójicamente de mucho prestigio en la sociedad moderna, si bien en los aspectos más insospechados. Se usa, sobre todo, como lengua vehicular de tatuajes. Para ese fin suelo recibir muchas solicitudes de traducción. Y ponía algunos ejemplos en aquel post.Pues bien, resulta curioso que cuánto más nuestras eximias autoridades políticas pretenden defenestrar el latín de los planes de estudios (tanto en la universidad como en bachillerato), más se recurre al latín, con conocimiento de causa o sin él, para las más variopintas acciones humanas.Por ejemplo, para nombrar empresas y productos comerciales. Últimamente se han puesto de moda los nombres de empresas con terminación en -alia: Localia, Navegalia, Envialia, Aceralia. Pero la cosa viene de antiguo. La emblemática marca de coches de Suecia no usó un vocablo en su hermosa y difícil lengua patria para denominar sus coches, sino uno latino, y además bastante banal: VOLVO (que significa simplemente "yo ruedo"; pues qué bien, qué menos en un coche). Siguiendo en el sector automovilístico, una marca de piezas de automóviles se llama VALEO, otro verbo en primera persona del singular del presente de indicativo: "yo valgo" (es un alivio saber que esas piezas efectivamente "valgan" como recambios en nuestros coches). Los relojes FESTINA están declarando que adelantan o, al menos, están provocando prisa y estrés en sus acelerados portadores, si tomamos FESTINA como el imperativo del verbo festinare, "apresurarse". Una cadena de empresas inmobiliarias se llama DANAE: me parece muy elegante este nombre, que en la mitología griega es el de la princesa argiva hija del rey Acrisio (ya conté la historia), pero no puedo evitar sospechar que los pisos que venden estas inmobiliarias tengan goteras. Y hablando de aguas y de baños, se suele denominar SPA a un establecimiento de baños o balneario, y circula el bulo de que este término es supuestamente un acrónimo de la expresión latina SALVS PER AQVAM ("salud [obtenida] a través del agua"); en realidad, Spa es el nombre de una ciudad belga, famosa como centro termal desde la época romana. Por extensión y antonomasia, el nombre SPA ha pasado a designar este tipo de establecimientos, ya desde que a finales del siglo XVI el doctor Timothy Bright llamara el "Spa inglés" ("The English Spaw") a un emplazamiento termal en Yorkshire.A veces, la publicidad no duda en usar mal expresiones o términos latinos para anunciar productos y marcas. Un caso curioso que he visto últimamente se basa en la celebérrima expresión atribuida a Julio César: veni, vidi, vici. César, tras derrotar en el año 47 a.C. en la batalla de Zela a Farnaces II, rey del Ponto, envió un mensaje lapidario al senado romano, en lo que es probablemente el parte de guerra más corto que se haya redactado en la historia:VENI VIDI VICI("llegué, vi, vencí")La anécdota la cuenta Plutarco (Vida de César 50.3-4), transmitiendo las palabras de César en griego (no porque César las pronunciara en griego, sino porque Plutarco escribió en griego). Y Suetonio informa (Vida de César 37.2) más bien que César hizo desfilar un cartel con esa inscripción (ahora sí, en latín) en el triunfo que celebró en Roma por la victoria citada. Popularmente, en el entorno hispánico, se suele citar la frase incorrectamente: vini vidi vinci (o algo así). Pues bien, los sesudos publicistas recurren a esta deformación para anunciar un medicamento antigripal:En fin, como el latín es una lengua muerta, no sirve (NON VALET) para nada, según nuestros próceres educativos, y siendo así, su estudio debe ser proscrito de los planes de estudios, ya que su aprendizaje no contribuye a que el país vaya sobre ruedas (VOLVAT) o se apresure (FESTINET) a alcanzar el ansiado progreso económico y cultural del primer mundo. En lugar de aprender latín, démonos un baño calentito en un SPA, para conseguir la tan ansiada SALVS PER AQVAM y así vencer (VINCERE) el resfriado. Y si necesitamos el latín para tatuajes o anuncios publicitarios, pues nada, a usarlo a troche y moche, bien o macarrónicamente: total, como es una lengua muerta, no va a levantar la cabeza para quejarse.

jueves, 29 de enero de 2009

EL OLIMPO DE LOS DIOSES

La mitología griega situaba en el Olimpo el hogar de los dioses olímpicos, los principales dioses del panteón griego, presididos por Zeus. Los griegos creían que en él había construidas mansiones de cristal en la que moraban los dioses. Es el análogo espiritual del mundo superior en la cosmología chamánica.

Dioses olímpicos:

  • Zeus
  • Hera
  • Hefesto
  • Atenea
  • Apolo
  • Artemisa
  • Ares
  • Afrodita
  • Hestia
  • Hermes
  • Deméter
  • Poseidón

Como en antigua Grecia, a partir de su fama la palabra olimpo significa, en español, lo más alto entre lo más alto, al igual que los dioses olímpicos eran los mejores entre los dioses griegos.

Fuente: Wikipedia